miércoles, 19 de noviembre de 2014

Diálogos indiscretos (VII) - el credo de César Giraldo



Carlos, muchos de nuestros amigos me toman por ateo. En verdad yo sólo creo en el arte; pero ellos podrían verme mejor como  agnóstico, y con un  pavor extremo a los curas de todas las religiones. Mira, hablando de estos temas te digo que eso de que el realismo mágico fuera creado por Gabo, con ayuda de algunos  cubanos, es pura ilusión. No hay historia más mágica que la natividad narrada en el nuevo testamento. Eso de que el  redentor del mundo naciera en un pesebre, bajo los rigores de un clima insano, que sus primeros visitantes fueran unos pastores con el corazón más puro del mundo (algo prácticamente imposible de encontrarse en estos tiempos), y que una estrella haya guiado por geografías inhóspitas a tres magos, con la verdadera misión de salvar la vida del infante,  es de las cosas más sorprendentes que se haya creado en la literatura. Y todo eso de por sí ya la torna  verdadera desde el punto de vista artístico. Tan verdadera como la ascensión de Remedios la bella, que sólo pudo ser observada en su plenitud por Ursula, una anciana casi ciega. Una historia tan  breve y con tanta simplicidad toca el corazón hasta de un viejo agnóstico como yo. Para mí los creadores del realismo mágico fueron Juan evangelista y sus colegas.

(Brasília, noviembre de 2014)

martes, 21 de octubre de 2014

Anatomías


Corazón ese lugar donde el amor  posa

...............

(Brasilia, octubre de 2014)

viernes, 25 de julio de 2014

Diálogos indiscretos (VI)

Una vez conversaba con César sobre una famosa frase de Picasso: “cuando yo era un chico sabía dibujar como Rafael, pero necesité de toda una vida para aprender a dibujar como los niños”.

Y el viejo amigo respondió −con un copo de cerveza en la mano: “una vez escuché algunas opiniones de cosas que hasta ahora nos parecen importantes:

· La religión como una forma de huir de la adversidad

· La ciencia como una forma de huir de la superstición

· La política como una forma de huir del caos”.

Y dijo seguidamente, mirando fijamente para un cuadro colgado en la pared: “Carlos, el arte es una puerta por la que debemos pasar desnudos”.

Súbitamente abrió una carpeta con recortes de pinturas y dijo: “mira esta pintura de Miró”.

 
Perro ladrando a la luna (de Joan Miró); fuente: Google Imágenes
 
Conversaciones con mi amigo César Giraldo (São Paulo, años 90)
(Brasília, julio de 2014)
  

domingo, 13 de abril de 2014

Raíz de aguas


(a Edgar Llanos Molina)

te fuiste como la gota
que penetra en tierra seca
para que germinen nuevos brotos
{...} que la lágrima que
de la carência aflora
y al dolor llama
pueda ser encuentro:
en la paz de una ternura siena
en la llama de un amor intenso
−o en la caricia que el tiempo 

{...} trae
y lleva

{...}

te miro dede las tierras del sur
in-hoc-loco longe  root  
aqva water liquor
propter raíz:  
rad-
ix

{...} {...} {...}
{...}{...}
{...} 
  
te fuiste como el agua entre los dedos
de un niño que juega primaveras
a la orilla de un  lago
ensolerado
Dejaste relatos
árboles plantados
jardines

sonrisas 
{...}
recuerdos
dolores 

que narraste
−una y otra vez
y que 

me hacían 
sentir aún 
en este 
mundo
{...}
conectado 
perplejo
intimo
{...} 
con 
tus 
sue
ño
s


(Brasilia abril de 2014)

sábado, 8 de marzo de 2014

Variaciones sobre un tema de don Quijote


Y de lo que le pasó a don Quijote con su sobrina y con su ama, y es uno de los importantes capítulos de toda la historia: "Yo tengo más armas que letras, y nascí, según me inclino a las armas, debajo de la influencia del planeta Marte; así que casi me es forzoso seguir por su camino, y por él tengo que ir a pesar de todo el mundo, y será en balde cansaros de persuadirme a que no quiera yo  lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y sobre todo, mi voluntad desea" —Capítulo VI, segunda parte.

Yo tengo más armas que letras, y nascí más inclinado a las armas, debajo de la influencia del planeta Marte; y me es forzoso seguir por su camino, y será en balde cansaros de persuadirme a que no siga lo que los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y sobre todo, lo que mi voluntad desea. No en balde procuro esa niña lisonjera y huidiza, sé que no existe, mas la vi en cada mañana, en la que despertaré a cada día, pues nascí con las letras como lanzas, y retorno al dios Mercurio para buscar esa trova, que prosea lo que fui, y sobre aquel olvido de lo que profeticé mañana. Forzoso me es detenerme en mi camino y esperar aliento para no caminar un poco, y si me dices que prosiga me detendré más un poco. Yo le huyo a lo que los cielos quieren, y me irrito con lo que la fortuna ordena, sobre todo si ordenar es colocar las piezas en mi cabeza 
en orden creciente, o viceversa. Le suplico a la razón que me explique lo que mi voluntad desea, no en balde soy procurado por esa niña persecutora y loca, y con ideas insanas. Yo no tengo letras ni armas y me inclino más a la espera de que el amor provenga de silenciosa talla, sólo una letra, una palabra suelta, que no basta, para seguir andando, o para seguir inmóvil; procuro el dios Marte para negociar el verso, para pulir mi asta: no en balde procuro esa niña quieta que me atasca al suelo, que me detiene el alma. Mi voluntad desea lo que profeticé mañana y no esperen que despierte del sueño que dejé largado, antes de brotar nascido, pues forzoso es el camino y tranquilo permanecer abierto. Procuro al dios Mercurio para negociar la guerra, que mi lanza se convierta en pluma para repintar tu cara, dibujar el verso, la trova que no para; y será por bien que os canséis de catequizarme siempre. Que los cielos cumplan lo que la fortuna ordena, pues no por mal espero esa niña que llegará mañana, o tal vez ya la vi ayer dibujando un verso, sobre un campo-santo rubicundo y entreabierto. No por huir dejé de ser cortesano para tornarme caballero quieto, sólo para ver mejor a mi rebaño —uso lanzas como plumas para imprimir los versos en mis sienes, y procuro la palabra suelta para huir del orden y seguir el camino que retorna al estreno, y hago alguna bulla antes de parir silencios. No tengo armas sino armarios para guardar recuerdos y al destierro echarlos, pues tranquilo es el camino y difícil permanecer directo. Le suplico a la razón que me deje quieto, y que mi voluntad se alegre de permanecer ingenuo; busco esa niña que me acompaña siempre, y que dibuja versos sobre mi  testa calva cuando sueño austero y quieto.
(Brasilia, marzo de 2014)

sábado, 1 de febrero de 2014

Lembrar

(A Clarice Knihs)

Lisura
augura
luminar
Lumbre del lago
clara sonrisa
litoral

Timbre
tersura
altura...
Clara del mar


(Brasilia, enero de 2014)