Carlos,
muchos de nuestros amigos me toman por ateo. En verdad yo sólo creo en el
arte; pero ellos podrían verme mejor como agnóstico, y con un pavor extremo a los curas de todas las religiones. Mira, hablando de estos temas te digo que eso de que el
realismo mágico fuera creado por Gabo, con ayuda de algunos cubanos, es pura ilusión. No hay historia más
mágica que la natividad narrada en el nuevo testamento. Eso de que el redentor del mundo naciera en un pesebre, bajo los rigores de un clima insano, que sus primeros visitantes fueran unos
pastores con el corazón más puro del mundo (algo prácticamente imposible de encontrarse en estos tiempos), y que una estrella haya guiado por geografías
inhóspitas a tres magos, con la verdadera misión de salvar la vida del infante,
es de las cosas más sorprendentes que se haya
creado en la literatura. Y todo eso de por sí ya la torna verdadera desde el punto de vista artístico. Tan verdadera como la ascensión de Remedios la bella, que sólo pudo ser observada en su plenitud por Ursula, una anciana casi ciega. Una historia tan breve y con tanta simplicidad
toca el corazón hasta de un viejo agnóstico como yo. Para mí los creadores del
realismo mágico fueron Juan evangelista y sus colegas.
(Brasília, noviembre de 2014)