(al tuerto López)
No soy bien recibido en templos de creyentes
que confesados y soberbios desafían la razón
ni en yermos espacios de ateos incontinentes
que incrédulos desafían imperiosos una traición
serpenteo y reto la ciencia y los inconsecuentes
como se maceran dudas de una causa remisa
transitando en círculos y cónicas impertinentes:
en esos casos me va como a los perros en misa
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Brasília, septiembre 2012