lunes, 28 de febrero de 2022

Presentación literaria


Soy Carlos Humberto Llanos, que en la adolescencia practicó la poesía y otras aberraciones al escondido. Soy Palmirano, y solo salí de allá para venirme al Brasil. Aún sostengo que Cali es un barrio de Palmira, y que las Córdobas tienen mejores dulces que las famosas confiterías parisinas. Soy profesor de ingeniería en la Universidad de Brasilia (UnB). Lidio con placas electrónicas, robots y avatares de la inteligencia artificial, además de estudiantes despistados con la vida. Se me olvidó decirles que participé del Taller de escritura creativa, en donde mi querido Julio César Londoño me soportó, estoicamente, durante 2 semestres. El problema es que él siempre estará en peligro de que me le cuele nuevamente usando algún pseudónimo o heterónimo inesperado.


Rimas


Sobre la rima escribió el poeta Antonio Machado una nota importante: «Lo que da la rima en cada momento […] es el encuentro de un sonido y el recuerdo de otro, elementos distintos y, acaso, heterogéneos, porque el uno pertenece al mundo de la sensación y el otro al del recuerdo. Con la rima estamos dentro y fuera de nosotros mismos».

Comentario: la rima, un sonido que reafirma; aliteración sonora carente de significado, que fluye como la gota en el pétalo de una rosa...

(Carlos Humberto Llanos)

domingo, 13 de febrero de 2022

Un discernimiento sobre un texto de Faulkner

"Yo diría que la música es la formas más sencilla de expresarse, pues fue la primera en aparecer en la evolución histórica de la experiencia humana. Pero, puesto que mi talento es el lenguaje, no me queda más remedio que expresar torpemente con palabras emociones que la música expresaría mejor y de forma más sencilla. Pero yo prefiero las palabras, porque prefiero leer que escuchar. Prefiero el silencio al sonido, y las imágenes que evocan las palabras surgen del silencio. Los truenos y la música de la prosa resuenan en el silencio." (William Faulkner)

Comentario: Queriendo contradecir Faulkner, no es fácil afirmar que las imágenes que evocan las palabras surgen del silencio y que las imágenes de la música surgen del sonido musical. Hay mucha tela para cortar en ese campo. Cuando leemos estamos evocando mentalmente el sonido que la palabra escrita intenta imitar, dentro de nuestras cabecitas, y las imágenes musicales pueden surgir después que la música cesar. La música solo actúa como estímulo, tal como la cafeína o el THC del cánnabis. Tanto la música como la palabra tienen orígenes similares; basta verificar que los proto-lenguajes eran musicales, como lo afirman ciertos antropólogos, y que el oído absoluto, que pocos músicos privilegiados aún poseen, era común en el hombre primitivo. Música y lenguaje se separan por un proceso de especialización, las palabras se solidifican y la música se liquidifica. César Giraldo decía que las palabras eran como ladrillos, y podían descalabrar una persona. Se pueden generar guerras a partir de insultos (verbales o en prosa), pero no podemos producir insultos musicales.
        Podríamos verificar también en otras áreas en donde la imagen es fundamental. Por ejemplo, P. Hamon afirma que la diferencia entre la imagen literaria (para leer) y la imagen en 2 dimensiones (para ver) es cosa de semitista radical; pues la imagen que produce una foto, una pintura, un diagrama, un mapa, una maquete es analógica, continua, simultanea, y es procesada con toda la capacidad de paralelismo del cerebro. Mientras que una imagen para leer (por ejemplo una metáfora) es hecha de signos discretos, lineares, discontinuos, y por lo tanto su sentido es capturado por la verificación de diferencias dentro de un sistema lingüístico, tal vez con alguna secuencialidad embutida.

martes, 1 de febrero de 2022

Preguntas


¿Por qué la gente espera siempre que los autores contesten a preguntas? Soy autor porque deseo hacer preguntas. Si tuviera respuestas sería político (Eugène Ionesco).

Comentario: si la pregunta es ¿por qué la muerte?, su respuesta sería clara para un biólogo, el desgaste de las células, del que el cuerpo no da cuenta. Solo el filósofo coloca en cuestión el tiempo, y el sacerdote lo nubla hablando de eternidad. El brujo y el mago no ven ni lo uno ni lo otro, pues viven intensamente... Mejor ser brujo que biólogo, que filósofo, que cura, y sobre todo que político.

Carlos Humberto Llanos